Manifestaciones del autismo y señales de alerta

Los indicios que alertan sobre el autismo se caracterizan principalmente por deficiencias en la comunicación e interacción social, así como por intereses restrictivos y repetitivos, además de otras particularidades específicas. Todo esto se detalla en el siguiente artículo:

¿Qué es el Autismo?

Criterios para identificar el autismo
Manifestaciones del autismo:

1. Limitaciones en la comunicación e interacción social
2. Patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos
3. Otras manifestaciones

El Trastorno del Espectro Autista es una condición del desarrollo cerebral que influye en la percepción y la socialización de una persona, lo que conlleva dificultades en la interacción social y la comunicación.
El Autismo forma parte de los Trastornos Generalizados del Desarrollo, los cuales no solo implican un retraso en el desarrollo, sino un desarrollo atípico, con amplias alteraciones en las funciones. Además del TEA (Trastorno del Espectro Autista), otros trastornos dentro de esta categoría incluyen el trastorno del desarrollo intelectual, de la comunicación, del aprendizaje, trastornos motores y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

¿Cuándo aparecen los primeros signos del autismo?

Dentro del Espectro Autista, hay una amplia gama de gravedad, con algunos síntomas más severos que otros. Por lo general, los primeros indicios de autismo comienzan a manifestarse durante los primeros tres años de vida.

Criterios para identificar el autismo
Antes de abordar ciertos síntomas que podrían sugerir un TEA, es crucial destacar que para una evaluación precisa y confiable de los síntomas presentes, se deben utilizar criterios certificados, empleados por profesionales. Estos criterios de diagnóstico se encuentran tanto en el DSM-V (Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) como en el CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades) elaborado por la OMS. Ambos son referencias utilizadas por profesionales para diagnosticar el Trastorno del Espectro Autista de manera rigurosa y certificada, junto con pruebas diagnósticas y otras evaluaciones del desarrollo.

Manifestaciones del autismo
Basándonos en las guías mencionadas anteriormente, presentamos un resumen breve sobre ciertas características que podrían indicar la presencia de un posible TEA.

Si existe la sospecha de autismo en un niño o niña, siempre es esencial buscar la evaluación de un profesional que pueda realizar un diagnóstico completo y establecer las pautas de intervención adecuadas.

Para diagnosticar el autismo, es necesario observar:

Limitaciones en la comunicación e interacción social
Patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos
Otras manifestaciones, como hábitos inusuales, estrés o retraso en habilidades motoras, entre otras.
No debemos olvidar que estos síntomas y signos son una guía y sirven como referencia para descartar o confirmar un posible TEA. Por lo tanto, al observar características similares en un niño o niña, o si existen dudas sobre ciertos síntomas, es crucial acudir a un profesional lo antes posible. El terapeuta realizará pruebas certificadas y proporcionará un diagnóstico más preciso.

Cuanto antes se realice el diagnóstico y se implemente la intervención, más significativo será el progreso en áreas como el desarrollo del lenguaje, las habilidades y el comportamiento.

Causas del autismo en los niños

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) afecta aproximadamente al 1% de la población. Sin embargo, la cantidad de niños que reciben este diagnóstico está en aumento, aunque no está claro si esto se debe a una mejor detección, a un incremento real de casos, o a ambos factores.

Dada la complejidad del trastorno y la variabilidad en los síntomas y su severidad, es probable que haya múltiples causas. Tanto la genética como el ambiente desempeñan un papel en el desarrollo de este trastorno:

• Genética: Se ha identificado la implicación de varios genes diferentes en el TEA. Algunos están vinculados a trastornos genéticos específicos, como el síndrome de Rett o el síndrome del cromosoma X frágil. Otros se deben a cambios genéticos que afectan al desarrollo cerebral. Algunas mutaciones genéticas pueden ser heredadas, mientras que otras ocurren de forma espontánea. Existe una mayor probabilidad de que los familiares con un hijo diagnosticado con TEA tengan otro hijo con el mismo diagnóstico. Además, es común que los padres o familiares presenten rasgos del espectro autista, como dificultades en las habilidades sociales y de comunicación, o en la teoría de la mente.

• Factores ambientales: Diversos factores ambientales, como infecciones virales, medicamentos, complicaciones durante el embarazo o contaminantes atmosféricos, pueden influir en el desarrollo del TEA. También existen factores de riesgo, como la edad avanzada de los padres (mayor probabilidad en padres de edad avanzada) o los bebés prematuros (nacidos antes de las 26 semanas de gestación).

Los tratamientos actuales buscan reducir los síntomas que afectan el funcionamiento diario y la calidad de vida. Generalmente, estos tratamientos implican la intervención de varios profesionales y comienzan con una evaluación realizada por un psicólogo. Se adaptan a las necesidades individuales de cada persona, lo que subraya la importancia de una comunicación efectiva entre los profesionales y la familia para garantizar una adecuada evolución y mejora del paciente